lunes, 27 de abril de 2009

Eibar 2-3 Real Zaragoza: De como (casi) cagarla


El Zaragoza disfrutaba de una sorprendente plácida tarde, después de una primera parte llena de acierto y presión en la que el equipo pasó por encima del Eibar, superándolo táctica y físicamente.

Se marcaron en esos 45 minutos dos goles y se dejó una sensación de tremenda superioridad, de equipo grande, sólo rota por algún que otro fallo puntual de la linea de siempre, la defensa (esta vez fué Pavón).
La segunda parte comenzó el Eibar mordiendo más, dándose cuenta de que su única opción de salvación pasaba por sacar algo contra el equipo blanquillo. El Zaragoza se quitó el balón, o le quitaron el balón, y empezó a sufrir aunque sin demasiado agobio. Los balones cruzados, esos que están haciendo tanto daño, sembraban el pánico en las huestes blanquillas y el equipo se tiró atrás.

Y llegó el minuto 57, el 12 de la segunda parte. Primer cambio. Un Ander exhausto dejó su sitio a Chus Herrero. Al principio reconozco que pensé que había visto mal. Pero resultó que no, que efectivamente era el zaragozano el que suplía a Ander. El cambio de Ander estaba cantado, el chaval estaba cansado (tiene poco tono físico) y estaba en el alambre después de que en la primera parte el árbitro le perdonara la expulsión. Pero el cambio de un mediapunta por un lateral era una señal al equipo bastante clara: atrás. Agazapados y a esperar. Que te puede servir contra equipos mayores, que te dominan y descuidan la retaguardia. Pero el Eibar se cuidaba de atacar con lo justo y corrían como gacelas cuando perdían el balón.

El Zaragoza le dió la posesión, retrasó lineas y tuvo pocas o ninguna opción cuando recuperó el balón. Los gorrazos dirigidos del Eibar y los gorrazos defensivos del Zaragoza terminaron por desquiciar el partido. En una de estas, Ayala se rompió la ceja en un cruce y el Zaragoza lo perdió durante unos minutos. Minutos que aprovechó el Eibar para en uno de esos centros laterales pillarnos y hacer el 1-2. Llegan los nervios. Se recupera Ayala. Tiemblan las piernas. Falta al borde del área por la derecha. Balón raso (??), toque de tacón (???), despejes fallidos (¡¡¡!!!!) y gol (cagoentó). 2-2 y partido nuevo.

El equipo sin embargo es otro. Tiene fe y calidad. 2 minutos después, balón robado por Generelo, pase a Gabi y este que la pone en profundidad para Arizmendi, que en carrera y con el defensa presionando, bate por debajo de las piernas al portero armero. 2-3. Grande Arizmendi. De ahí al final, gorrazo va y gorrazo viene y acojono generalizado en las huestes blanquillas. No se mata el partido y se sufre hasta el final. Pero 3 puntos más a la buchaca y la sensación de que esta liga vamos a estar sufriendo hasta el último minuto del último partido.

Al menos esta semana estaremos en ascenso.

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